Me sucedió un día, por la mañana, a eso de las tres de la tarde, en el futuro.
Después de un tiempo amándola en secreto, guardando sentimientos en mi interior, deseándola y deseando besarla, abrazarla, mimarla, cuidarla como una reina y vivir un amor eterno a su lado, me la encontraré en un centro comercial de una cualquier ciudad, acompañada de un chico joven, elegante, apuesto.
En ese momento mi corazón latirá como un caballo desbocado, que corre libre por las praderas, cuál corcel negro, y perdido en un mar de dudas.
Será un amigo? será su pareja?
Pero en breves momentos saldré de dudas.
Desde la distancia veré como le roba un beso, dos, un abrazo y mil caricias...en ese momento seré un cóctel de sensaciones. Amor, cariño, pasión, deseo, rabia, odio, envidia, impotencia...no sé! Arderé por dentro y sentiré como mi corazón bombea sangre por mis venas a un ritmo descompasado. Consciente de haber perdido la batalla contra uno mismo, por cobardía, por miedo, por temor a lo que hubiera podido pasar, me acercaré a ellos o no! quizás me mantenga oculto trás una columna y lamiéndome las heridas del perdedor.
Ese día diré que me alegro por ella, por verla feliz y enamorada, aunque me estaré engañando a mi mismo, y de nuevo volveré a perder.
Qué habría pasado si ayer hubiese dado el paso de abrirle mi corazón?
Qué habría pasado si hoy me hubiese declarado?
No lo sé...podría perder una amiga, o puede que podría haberme ganado no solo una amiga, sino algo más...pero he decidido hacerme el valiente, callarlo, sufrirlo en silencio y aceptar la derrota tal y como lo hacen los cobardes.
Quizás haya sido lo más correcto, pues seguramente ella se merece a alguien que se arriesgue por ella en lo bueno y en lo malo, y no apenas quien esté en la sombra del miedo.
Eso me pasó tal y como lo dije al principio, en el futuro...así que espero que el pasado sea un poco mejor y, sabiendo como todo terminó, ya veremos como empezará!
